35 años del IAGO, espacio que Toledo traspasó por «un peso» al gobierno federal

Patricia Briseño

OAXACA, Oax. El Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO) fue el primer espacio cultural que fundó el pintor Francisco Toledo en la ciudad de Oaxaca en noviembre de 1988. A 35 años de existencia, es una institución referencia porque aloja una de las colecciones de artes gráficas más importantes de Latinoamérica, entre otras particularidades.

Es un centro cultural con dos sedes –calle Macedonio Alcalá 507 y avenida Juárez 302— una biblioteca especializada en arte con más de 60 mil libros, un taller de producción editorial, una fonoteca, un archivo de material audiovisual y espacios de exposición.

Hazam Jara Chávez, llegó a la dirección del IAGO en 2019, cuatro años después de que Toledo traspasó por “un peso” al gobierno federal, el recinto más relevante en su vida, pero con la satisfacción de heredar a México un gran patrimonio cultural.

Antes de su designación, por parte del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), el diseñador gráfico trabajó durante una década con el artista Juchiteco en distintos proyectos desde el Centro de las Artes San Agustín (CaSa),

“El IAGO sigue la línea trazada por el maestro,  un espacio abierto para todos los públicos y colaboración con las instituciones que fundó, como el CaSa y el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo(CFMAB)”, comentó en entrevista.

Detalló que el Instituto cuenta con un museo dedicado a la gráfica donde se han expuesto obras de artistas como Rufino Tamayo, Marc Chagall, Pablo Picasso, Francisco de Goya y José Guadalupe Posada, entre otros.

Asimismo posee una biblioteca especializada en arte de estantería libre, lo que ha permitido que los usuarios se acerquen de manera directa a los libros y exploren todo el acervo con el que cuenta, el cual asciende a más de 60 mil volúmenes.

Jara Chávez refirió que (al igual que otros recintos culturales) el momento más difícil de la dirección a su cargo fue en la pandemia por Covid, pero “también el más grato y edificante”.

“A través de impresos, videos y audios, el Instituto difundió en lenguas originarias las medidas de prevención contra la transmisión del virus. Los mensajes se hicieron a partir de ilustraciones realizadas por los bibliotecarios y el acervo gráfico de la biblioteca. También se convocó a hablantes de distintas lenguas originarias”, recordó.

“Más adelante –apuntó- este acercamiento,  nos permitió tender puentes con iniciativas independientes y municipales, desde talleres de gráfica, colectivos culturales o municipios que buscan tener actividades culturales para su población”.

Fue así que surge “IAGO en tu comunidad’ para difundir el arte y atender a comunidades al interior del estado, además de sembrar la curiosidad, en quienes toman los talleres, para que en alguna oportunidad conozcan el Instituto y sean usuarios de la biblioteca o participen en los talleres”.

Los proyectos y talleres comunitarios gratuitos tienen el respaldo del INBAL, así como de Amigos del IAGO y del CFMAB, “todos nos sumamos, y así las actividades tienen mayor alcance”, resaltó Hazam Jara.

En entrevista aparte, Sara López Ellitsgaard, presidenta de la asociación civil, Amigos del IAGO y del Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo desde 2015 comentó que estar al frente de ambas instituciones es un privilegio, una responsabilidad bonita, aunque tiene su complejidad.

“El momento de tomar decisiones, es lo más difícil para mi, pero nunca perdemos de vista los principios trazados por el maestro (Toledo), enfocados en la exhibición, educación y difusión de la cultura y el arte”, comentó.

Agregó que “el IAGO representa compartir el arte y los libros con todos los públicos, accesible, gratuito, inclusivo, fácil de consultar, sin restricciones y abierto, a aquellas iniciativas de mayor alcance”.  

Por ello, para que los programas educativos del IAGO lleguen a distintas comunidades “tiene que ver con el trabajo colaborativo que se da con las comunidades, construir puentes con organizaciones no gubernamentales, particulares, entidades públicas y privadas”.

La también hija de Francisco Toledo explicó que además de la programación educativa y artística que cada instituto tiene, los Amigos del IAGO han continuado trabajando en comunidades y centros penitenciarios, haciendo donaciones a bibliotecas, generando concursos para incentivar la creación artística o literaria, como el Premio FAHHO-Casa Emiliano Cruz, dirigido a quienes realizan aportes significativos al uso de las lenguas originarias.

La asociación civil a cargo de Sara López destina recursos para que los artistas puedan continuar con su producción y, sobre todo, exhibirla en un museo. “Lo mejor ha sido la buena respuesta que hemos tenido al recibir muchas postulaciones”.

Finalmente, sostuvo, para los Amigos del IAGO es muy importante fortalecer lazos con las nuevas generaciones ( infancias y juventudes) que posiblemente no les tocó conocer al maestro; ahora, “es a ellos y ellas a quienes les daremos espacio, para que aquí escuchemos su voz”.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.