Trabajamos para dignificar la danza: Rosario Ordóñez 

La originaria del Istmo de Tehuantepec refirió que le ha costado muchísimo poder bailar, estar en un foro, poderlo pagar, en este caso hacer el festival no ha sido nada fácil.
Luz Palacios / Foto: Cortesía 

OAXACA, Oax. Rosario Ordoñez Fuentes, es bailarina y gestora cultural, directora de la primera edición del “Festival de danza y sanación” de  la ciudad de Oaxaca, que se realiza del 1 al 16 de noviembre, en los teatros “Macedonio Alcalá”, “Juárez”, y el espacio multidisciplinario “La Clínica”,  las sedes de los talleres son: Invernadero Danza y Casa Etla.

Ella es creadora de la plataforma de Invernadero Danza, en co-creación con Vangelis Legakis, director de Unity Space, bailarines, productores y creadores de esta iniciativa.

Para Rosario poder presentar este festival es un regalo de vida, porque ahí está representada su visión respecto a lo que piensa de la danza, de los artistas, porque presentar a un público un programa con gente tan valiosa  y poder decir esto es en lo que creo, ellos son en lo que creo, tiene un valor muy significativo, afirmó.

La gestora cultural destaca que la danza ha sido una transformación en su vida, es ir sanando cosas a través de ella, aunque dijo que muchas veces te vas enfermando de otras. 

“Es un proceso, cuando estamos concentrados haciendo lo que amamos, lo que nos gusta, entendemos el porqué estamos aquí, cuando bailamos, cuando somos madres, en el caso de quien hace periodismo, entendemos el sentido de la vida. Yo a través de la danza encontré el sentido de vida”.

Este festival -indicó- es ir más allá, llegar a lo local que es oaxaca, lo de afuera que es el mundo, quienes nos visitan y este sentir no solo es por el festival, es para todos los días, una visión del cómo podemos unificar algo tan maravilloso como la danza, con el mundo, es  quienes somos,  sumar lo que viene de fuera, abrazar sin perder quienes somos, la sanación a través de la danza es la paz que necesitamos en la vida para al llegar a cierta edad.

Agregó que este esfuerzo tan grande se ve reflejado en cada una de las presentaciones de las y los bailarines que salen a escena, que lo dan todo y aún así,  la danza no es  considerada como algo que necesita esfuerzo, “se cree que solo te la pasas bien y eso no es verdad, somos decididos, nos entregamos, somos disciplinados y a pesar de ello  no hay en el mundo foros, diálogos, negociaciones que puedan hacer crecer la danza”. 

Hacer un festival con 23 presentaciones, 4 talleres de danza, 3 conciertos de música todo el dinero y esfuerzo que significa realizar un festival como este, donde además participan bailarines, y compañías de danza de talla internacional, no es fácil -sostuvo- “por eso, agradezco a todos quienes han sumado un granito de arena”.

La originaria del Istmo de Tehuantepec refirió que le ha costado muchísimo poder bailar, estar en un foro, poderlo pagar, en este caso hacer el festival no ha sido nada fácil. 

“Este es un festival  independiente, hemos pagado a los artistas, los teatros, todo lo hemos hecho nosotros, asumiendo las responsabilidades y riesgos que esto lleva, a veces se nos van las palabras para agradecer y no podemos nombrar a todos, pero quiero agradecer a todos, sin ellos esto no sería posible, a quienes nos apoyaron cuando tocamos puertas a  la seculta, Canirac a los medios de comunicación”.

Están en el festival, el performer, originario del Istmo de Tehuantepec, Lukas Avendaño compañías y bailarines como: Akram Khan Company (Londres), Evoé Sotelo (México), Rosario Ordóñez (México), Liot Tavori Dance Company (Israel) Pau Aran (España), Yoann Bourgeois (Francia), Benito González (México), Tadashi Endo (Japón), Christian y Francois Ben Aïm (Francia), Laura Vera (México), Elia Pangaro (Italia), Seo Jeong Bin (Corea del Sur), la presencia de la compañía Quiatora Monorriel, con la pieza «Danza de las Cabezas» bajo la dirección de Benito González, algunos de ellos imparten talleres y otros presentan funciones.

De acuerdo a  Ordoñez,  este festival de Danza y Sanación tiene la finalidad de poner al alcance del público a la danza, por ello invitó a que  se sumen, que acudan a ver la danza, que la sientan. “Este espectáculo lo hacemos por muchísimas razones, no solo por los artistas, también porque queremos cultivar la danza, queremos verla fuerte, sonriente, digna respetada como cualquier otra arte y cualquier otra profesión”.

Subrayó que ellas y ellos como artistas, bailarines dependen del público  y que desde esta profesión muchos pueden decir “si, esta persona que está allá en el escenario, allá arriba tiene mucho que decir, me siento, la veo, la escucho, conecto con ellos, pero desafortunadamente el público de la danza no es mucho”.

Al no ser un espectáculo de masas, destacó que no se puede ser una voz bastante fuerte para decir que no hay foros, no hay espacios profesionales, y no hay mucha gente que  escuche con el corazón cuando tocan la puerta y tiene que venir alguien con poder para decir, oigan escuchen, vean.

“Cuando tocamos la puerta y logramos que nos escuchen y se abren espacios como este, es cuando dignificamos la danza y considero que todos necesitamos lo mismo, las mismas oportunidades, porque todos somos del mismo tamaño”, finalizó

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